Hoy os hablaré del tema 2 de la
asignatura Las Lenguas Extranjeras en el Contexto Español e Internacional que
nos impartió la profesora Carla Bouzada en la sesión del 21 de noviembre de
2018, el cual trata sobre el Marco ComúnEuropeo de Referencia para las Lenguas (MCERL) en referencia a las lenguas
extranjeras.
Empezamos la sesión haciéndonos unas
preguntas simples acerca del MCER, ya que aunque estamos cansados de escuchar
hablar de él, hasta ahora yo no podía decir que lo conociese en profundidad.
Estas preguntas eran: ¿Qué sabéis sobre el MCER?, ¿Qué expectativas tenéis
sobre la función del MCER?, ¿Habéis trabajado alguna vez con el MCER?, ¿Qué uso
se le da como aprendices de una lengua?, ¿Qué usos percibisteis que le daba
vuestro profesorado? y ¿Qué usos le dais vosotros como profesorado?. Tras
debatir sobre estas cuestiones y antes de empezar a profundizar acerca del tema,
hemos accedido a una página, “Auto-evalúa tu competencia lingüística”, la cual, tras unas simples preguntas, te ayuda
a evaluar tu nivel de competencia en las lenguas que conoces según los seis
niveles de referencia descritos en el Marco Común Europeo de Referencia para
las Lenguas (MCERL), aunque pudimos ver la enorme subjetividad de esta prueba,
a pesar de haber sido desarrollada por el Centro Europeo de Lenguas Modernas
del Consejo de Europa.
El MCERL es un documento que nos sirve como guía para medir el nivel de dominio que poseemos en una lengua europea y cuyo principal objetivo es intensificar el aprendizaje de idiomas en los países miembros para facilitar la movilidad y comunicación internacional teniendo en cuenta también la diversidad cultural, un aprendizaje que tiene lugar durante toda la vida, empezando desde edades muy tempranas con la enseñanza preescolar. Además, para ello se busca facilitar el reconocimiento de certificados y homologaciones entre estos países. Por otro lado, el MCER debe cumplir unos criterios, es decir, debe ser integrador, transparente, coherente, flexible, abierto, dinámico, fácil de usar, de finalidad múltiple y no dogmático. El MCER establece seis niveles de dominio de un idioma extranjero agrupados en 3 bloques: básico (A1, A2), intermedio (B1, B2) y avanzado (C1, C2)
El MCERL es un documento que nos sirve como guía para medir el nivel de dominio que poseemos en una lengua europea y cuyo principal objetivo es intensificar el aprendizaje de idiomas en los países miembros para facilitar la movilidad y comunicación internacional teniendo en cuenta también la diversidad cultural, un aprendizaje que tiene lugar durante toda la vida, empezando desde edades muy tempranas con la enseñanza preescolar. Además, para ello se busca facilitar el reconocimiento de certificados y homologaciones entre estos países. Por otro lado, el MCER debe cumplir unos criterios, es decir, debe ser integrador, transparente, coherente, flexible, abierto, dinámico, fácil de usar, de finalidad múltiple y no dogmático. El MCER establece seis niveles de dominio de un idioma extranjero agrupados en 3 bloques: básico (A1, A2), intermedio (B1, B2) y avanzado (C1, C2)
Sin embargo, debido a la gran amplitud
de los niveles, estos niveles se suelen desglosar, es decir, el nivel A1 se
cursaría en A1.1 y A1.2, por ejemplo.
Para medir el dominio de la lengua existen dos dimensiones: la dimensión horizontal, es decir, el nivel descriptivo en el que se perfilan los parámetros de actividad y competencia comunicativa del alumnado; y la dimensión vertical, que establece una serie ascendente de niveles comunes de referencia para describir el dominio que el alumnado tiene de la lengua.
Esta dimensión vertical se establece
generalmente para que el alumnado vaya subiendo de nivel y aumentando su
conocimiento, aunque no es estrictamente necesario que pase por todos y cada
uno de esos niveles. Por este motivo, muchas veces teniendo un nivel en
concreto puede ser que en algunas destrezas tengamos menos o más nivel, por lo
que se puede dar el caso de que tengamos que volver a cierta destreza de un
nivel inferior para profundizar en nuestros conocimientos.
Además, a pesar de ser una
escala lineal, el tiempo que pasa para ascender de un nivel a otro no tiene
porqué ser el mismo. Se puede tardar el doble de tiempo en pasar de un nivel
medio a un nivel avanzado del que tardó en pasar del inicial al medio. Esto
tiene que ver con “la necesaria ampliación del conjunto de actividades,
destrezas y elementos lingüísticos que supone” cada etapa. Aquí os muestro un
ejemplo de la diversidad que hay en el tiempo de aprendizaje:
El MCER es de gran importancia ya que
propone un enfoque orientado a la acción. Tener conocimientos de una lengua es
un saber procedimental, ya que no se trata solamente de adquirir conocimientos,
sino también abarca una serie de habilidades. El Marco no mide el conocimiento
de los contenidos de una lengua (lo que se denomina competencia lingüística). Aunque
lo que mide sí que implica un cierto grado de conocimiento de vocabulario y
gramática, no se mide cuánto sabe el usuario de una supuesta lista de contenidos.
En su lugar, es la competencia comunicativa del usuario lo que se mide en el
Marco, es decir, lo que el usuario es capaz de hacer con la lengua y cómo es
capaz de hacerlo, el “poder hacer” o la “capacidad pragmática” (poder
desenvolverse con soltura en diferentes situaciones y contextos). Esto es una
diferencia clara entre la enseñanza de la lengua materna (donde se valora
exclusivamente la competencia lingüística: gramática, sintaxis, estilo,
registros, etc.) y la enseñanza de una lengua extranjera (donde se debe valorar
la competencia comunicativa: qué sabe hacer con el idioma el estudiante).
Y esto es todo por hoy. Espero que os
haya servido para conocer algo más sobre el MCER y os haya parecido interesante.
Como siempre, no dudéis en dejar vuestros comentarios, opiniones y sugerencias.
¡Hasta la próxima!
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